De: Juan Jacobo Escalona <juanjacobo.e@gmail.com>
Fecha: 18 de mayo de 2014, 19:18
Asunto: Por el amigo
Para: jaragone@hotmail.com
Te mando una nota que escribí apenas pude recuperarme de un dolor tremendo en la cintura, con el ruego de quee la pongas en el blog Recibe mi palabra de pesar, tú como representante de todos. Abrazos.
Escoge la vida
Confrontados con el implacable desenlace de la partida de Robert, no es
fácil decir algo, porque se puede decir mucho o se puede decir muy poco tratando
de estar a la altura de esa pérdida para su esposa y su familia inmediata. De
lo que Robert me contara en la casa de Arnaldo, de lo que sé de María Teresa y
de lo que ella misma pudo traducir en su emocionado mensaje de la velada
inolvidable que pasáramos los felices pocos, la banda de hermanos (y los
asimilados como yo), tengo para mí que María Teresa está provista de la
fortaleza espiritual para soportar la posible impertinencia de este mensaje que
quiero dejar en su manos.
Dijo un poeta, en un momento iluminado, que nuestras vidas son ríos que van
a dar a la mar; dijo que en ese recorrido “Partimos cuando nacemos/ Andamos
mientras vivimos/ Y llegamos/ Al tiempo que fenecemos…” Una hermosa imagen,
pero sobre todo una poderosa invocación del sentido de la vida: los ríos pueden
ser en su curso azarosos, tumultuosos, incluso destructivos, pero pueden ser
constructivos y enriquecedores, propicios para la vida, para el riego, para la cosecha.
Estoy mirando la foto de casados de Robert y María Teresa. Cuando
escogemos a la persona con quien esperamos realizar esa andadura vital,
realizamos un acto de esperanza. No tenemos ninguna o no tenemos suficiente garantía
de que el amor y sus manifestaciones inmediatas: la comprensión y la
solidaridad, como apoyo y como expresión de dar y no tomar, salga triunfante, la
vida tiene momentos arduos, penosos, como pasar la noche a la cabecera de la
pareja o de un hijo enfermo, o traer a la mesa el pan de cada día. Por eso es
tan importante el saldo final. La expresión hindú “Tat tvam asi”, que se traduce en “Ello es lo que tú eres” es una apelación a ese saldo final de la
vida, y la palabra sánscrita Karma,
expresa una especie de balance, la suma de créditos y débitos que dicen de la
vida de un ser en este mundo.
Querida amiga: San Pablo dejó escrito que ahora vemos por espejo, en
oscuridad; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte, más
entonces conoceré como soy conocido (I. Corintios, XIII, 12). Aférrate ahora a
tus frutos, que son tus hijos y su descendencia, aférrate a los recuerdos,
empéñate en sentirte satisfecha y dichosa, y a sonreir cuando evoques todo lo
que lograron, aférrate, en suma a tu fe; a la esperanza nuevamente. Que Dios te
bendiga y haznos muy orgullosos de ti, como lo está seguramente Robert que
conoce plenamente todo lo que lograron juntos en el milagro diario de la vida
en común.
Bravo Juan Jacobo!,hermosas palabras, particularmente veo plasmado en frases lo que desde el momento de conocer la noticia me daba vueltas en mi alma sin poder manejar con palabras.
ResponderEliminarGracias JJ por tan impecable mensaje a nuestra querida y admirada Ana Teresa
ResponderEliminarJUAN JACOBO AMIGO, ¡, siempre tus nensajes son un aprendizaje, le haremos llegar a nuestra hernana ANATERESA este escrito lleno del sentido de la amistad y el triste hasta luego.
ResponderEliminarRegresando de Viaje, acabo de leer, este sentido mensaje de JJ a Ana Teresa y Sus Hijas y a nosotros sus Hermanos JAP 61 - ¨los felices pocos¨ como dijera nuestro Filósofo JJ. Sin dudas es un bálsamo a tan dolorosas heridas por la partida de Robert.
ResponderEliminarQuito, Mayo 2014
ResponderEliminarQueridos amigos de la Banda:
He pedido a mi amado Robert, me de la fortaleza necesaria en ésta hora aciaga de mi vida, para agradecer a todos y cada uno de ustedes, en nombre de mis hijas y en el mio, tantas manifestaciones de solidaridad, hermandad, de amor en estos dolorosos momentos.
Se nos ha ido Robert, muy temprano como bien lo dice Pedro. Lo que siento no tiene explicación alguna, es algo asi como caer en el vacio, como una noche oscura, fria e interminable, sin tener con quien comentar: hace frio mi amor, o debemos abrigarnos. Pero no estas mi amado Robert, Dios me lo ha pedido prestado hasta que él mismo me llame a acompañarlo.
Sin embargo, tengo muy presente lo que el buen amigo J. Jacobo, en su muy sentido mensaje me alienta y me dice: "Aférrate a tus frutos que son tus hijas...a los recuerdos, empeñate en sentirte satisfecha y dichosa..." Así lo haré J.Jacobo, porque Robert siempre fue un hombre optimista, positivo y amante de los buenos momentos. Y para mayor felicidad me dejó un invalorable legado que son nuestras hijas quienes han sido siempre mi gran apoyo.
Amigos quisiera mencionar a todos los hermanos de la Banda: A Hilarión y Leticia, Aragones, Tania, Rosita, Pedro, Humberto con un reconocimiento muy especial, Arnaldo, Juan Jacobo, Crucita, a las hermanas Aponte siempre pendientes de mi, la Negra Cordero; a todos. Si algún nombre se me escapa perdonenme pero todos estan en mi corazón; igual que las esposos y esposas de los hermanos de la banda.
Cuando de nuevo tengan oportunidad de reunirse, sepan que Robert siempre los acompañará, ahora con una misión diferente, desde el cielo velará por todos ustedes y celebrará con ustedes ese momento que estan compartiendo.
Gracias a todos, recuerden que contarán con esta hermana asimilada igual que con mis hijas.
Con mi afecto de siempre, Ana Teresa, Edith, Any y Rocio.