PALABRAS EN LOS 54 AÑOS DE LA PROMOCIÓN
-Juan Jacobo Escalona-
Desde aquella mañana afortunada en que me
reencontré con el Catire en un mercadito a cielo abierto en Caracas, cuando me
enteró de los planes para el jubileo de la Promo61; desde aquellos dos días
inolvidables del reencuentro en Acarigua y Araure, que fue también un
reencuentro conmigo mismo, ustedes ocupan un lugar central en mi vida
cotidiana, como si hubiera conseguido una antigua y perdida caja de caudales
del espíritu que había guardado en algún lugar secreto y cuyo mapa había
extraviado. Redescubrí un lugar de pertenencias invaluable, descubrí EN DÓNDE y
POR QUIÉNES quiero ser recordado. Por eso mis primeras palabras aquella
inolvidable noche araureña fueron de agradecimiento. Les dije que estaba
orgulloso de ustedes, les dije que tenían derecho a estar allí, alrededor del
pan y del vino, como los hombres y mujeres después de una esforzada batalla,
como los trabajadores del campo después de la empeñosa siembra o de la
fructífera cosecha, fatigados y alegres, quizás con cierta melancolía, en el
sentido que le daban nuestros padres griegos a esa palabra. Me vino a la
memoria la arenga apasionada que puso Shakespeare en boca del Rey Henry V, en
la víspera de la batalla de Agincourt, en el otoño de 1415:
‘We
few, we happy few, we band of brothers’ (‘Nosotros pocos, nosotros felices
pocos, nosotros Banda de hermanos’). También les hablé de fortalecernos en
el luminoso Salmo del niño que apacentaba ovejas y que llegó a ser Rey para mayor
Gloria de Dios: ‘El Señor es mi Pastor,
nada me falta. Aunque camine por valles de sombras no sentiré temor porque Él
estará conmigo…’
Desde entonces han partido otros hermanos a
la mar que es el fin del cauce de turbulencias y remansos que es la jornada de
la vida: Crucita, Robert, Alfonso
“Chejendé” Ruíz, se unieron ya a quienes partieron más temprano a la paz
del Señor, entre ellos nuestra ‘ragazza
tenue’, nuestra Sarita toda llena de gracia. Ahora están en el regazo de la
Madre común, María bendita que cuida la Mansión de Dios Todopoderoso, y desde
allí nos siguen gozosos y cercanos, esperando la realización de la promesa que
nos une y nos mantendrá unidos hasta más allá de la vida: Pablo de Tarso dijo
que ahora miramos como ante espejos, en oscuridad, pero que mañana miraremos
como hoy somos mirados.
Hoy tengo la oportunidad de repetirles mi
orgullo y mi agradecimiento por dejarme pertenecer a esta comunión fraternal,
por haberme ayudado a encontrar esa cajita extraviada de tesoros espirituales,
que son los más enriquecedores y perdurables. Jorge Luís Borges decía que todo
lo que hace el hombre está hecho sobre arena (que es materia perecedera, efímera,
fugaz) pero que debemos trabajar COMO SI FUERA PIEDRA LA ARENA. Hoy están aquí
también, por una grata decisión de Pepín, del Catire, de Arnaldo, de Noris, de
La Negra, de Alirio, algunos hijos y hasta nietos de nuestra banda; es bueno que
ellos conozcan del carácter y la lealtad que trasunta la actitud de sus padres
y abuelos, de poner en lugar privilegiado este compromiso, esta pertenencia; es
bueno que ellos conozcan que esta comunión, esta fraternidad, está LABRADA EN
PIEDRA.
Quiero, finalmente, dejarles un lema que me
tomé la libertad de entresacar de un gran poema de Eugenio Montale y que les
repito a mis hijas desde que me hechizaron con su primera mirada. En honor a la
gentil Graziella, me permito decirlo en la lengua original del gran poeta: “Mi sono
alzato, sono ricaduto ma il mio sogno non è
finito” (‘Me he levantado, he vuelto a caer, pero mi
sueño no ha terminado’).
Dios les bendiga a todos.
Hermosas palabras. A pesar que no estuve presente, todo el dia sabado 15 tenia mi pensamiento alla en Araure. Particularmente pienso que esa " antigua y perdida caja de caudales del espíritu" contiene: Inocencia,Optimismo, Juventud, que se activa solo cuando estamos juntos.Te felicito Juan Jacobo y me felicito a mi misma por ser tu hermana.
ResponderEliminarGracias, Zully. Pocas veces es tan cabal el uso de la palabra hermano (a) como cuando hace referencia a la relación entre ustedes tres y yo. Albania estuvo allí y ahora me gustaría saber que Enid va a leerlo. Un gran abrazo.
EliminarQue hermosas palabras! las estoy leyendo y comentando con mi hijo y nuera aca en Milton Keynes' realmente hermosas y sentidas. Para todos mis hermanos, un gran abrazo y que permanezca esta union por muchos anos mas. Gracias Juan Jacobo
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