Hoy bajo el abrigo de estas ciudades gemelas, nos encontramos reunidos para conmemorar un aniversario más de su graduación de bachilleres. Pero… no es simplemente un año más; son 50 años que han transcurrido desde tan significativa fecha, en la que cada uno de Uds., con la alegría de los años mozos, hizo su equipaje cargado de esperanzas, de sueños, de ilusiones.
Muchos lograron alcanzar sus metas, otros no, sin embargo, cada uno de Uds., mis queridos bachilleres, ha cumplido un rol en la sociedad que ha sido ejemplo para sus generaciones de relevo, ya que todos supieron cultivar y transmitir las sabias enseñanzas y valores inculcados por sus padres, quienes desde donde se encuentren se sentirán orgullosos de sus hijos.
Es propicia la oportunidad para evocar la memoria de su padrino de promoción, Dr. Francisco de Paula Cortez, como también de aquellos compañeros que con mucha anticipación fueron llamados a acompañar a otros seres amados. Para ellos nuestros recuerdos.
Amigos todos, pido mis disculpas por esta intromisión, ya que no formo parte de esta promoción integrada por este aquilatado grupo de mujeres y hombres. Sin embargo, quiero decirles que espiritualmente me siento muy identificada con cada uno de Uds., que los admiro, que los quiero, que los respeto y que mis deseos son que sigan siempre unidos dando ejemplo de fraternidad, de honestidad; sin importar los altibajos que la existencia nos impone, siempre sobrarán razones para agradecerle a Dios y a la vida por lo que nos ha dado y por lo que nos sigue dando.
Lo cierto es que poder estar acá esta noche con el corazón rebosante de júbilo, palpitando aceleradamente con esta infinita emoción, de saberme entre gente amiga y junto a mi amado esposo Robert, integrante de esta promoción, es para mí lo más cercano a la felicidad.
Los quiero mucho, bachilleres.
Buenas noches
Casona “La Campero”, Araure
27 de agosto de 2011